Cuando los dedos de mi memoria
auscultan las hojas escritas
en la primavera de tu piel,
vuelves desnuda despuntando
un tiempo entre dos aguas
bajo esas noches verticales.
Al calor de la hoguera los ángeles de Alberti
acarician tus cabellos
y nuestra inocencia se fuga
entre poemas, cigarros, vino y café...
Danzas sobre pinceles, óleos y lienzos
como bailarina del maestro Degas.
En tanto yo
le platico a mi silencio
arcano de tu sombra.
Yehudah Abraham Dumetz
© Libro de prosa poética: “Voces desde mi exilio”
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