Ahora que a mi juicio lo he perdido todo, ahora que el miedo adherido en los pliegues sentimentales de mi cardio—corteza se ha desprendido y las cadenas que me ataban a la curva indiferente de tu mirada, mutismo y traición se han roto, lo he ganado todo y mucho.
No contabas que en tu caminar de luna de miel por el Viejo mundo, pasadas las diez y medio siglo de historia, ella vendría por mí para encender el fuego predeterminado de mi amor, para adentrarse con su cuerpo en mi torrente de vida como el río al mar, atándome con los rizos de sus cabellos y, ligándome a su alma con el hilo indestructible de su ternura bajo el peso inamovible de su jardín.
Ahora desde Estambul tú dirás que el amor es extraño.
Te diré que no, él es una línea que a través de ella, el Or Ein Sof en un nuevo presente me vuelve a obsequiar, como la sangre ancestral de mi etnia que milenaria guarda en su mirada y corazón nuestros más profundos deseos de volver amar y de las cenizas una llama nueva avivar.
Yehudah Abraham Dumetz
© Libro de prosa poética: “Pájaro de fuego”
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