Me preguntaron ¿Quién es?
Y respondí: el rostro de luz que ilumina mi ser,
el beso de fuego que enciende mi tea.
Naroa, blanco sol de enero
que cada anochecer recreas tu nombre
dilatando tu cuerpo una y otra vez
como huella extendida sobre el relieve de mi piel.
Hoy imagen tangible, memoria,
palabra donde habito para siempre
enraizado en tu rostro y en la voz de tus besos
que me arrastran como ola empujada por la marea
hasta penetrar tu húmeda gruta
donde propagas mi flama
con la volatilidad esparcida de tu squirting
en la delgada línea del amor.
Yehudah Abraham Dumetz
© Libro de prosa poética: “Voces desde mi exilio”
Comentarios