“Pues lo que se dice a veces daña más lo que se escribe puede herir hasta morir”
T. Ferro.
Detrás de este silencio hecho piedra vivo yo.
Allí donde el solsticio de invierno envuelve el llanto del pasto
que se abre paso a través de la tierra…
-Prepárate a morir me sentencia Antíoco Epífanes en la voz de Sara Judit
y desenvainó su espada con el corto brazo de Mauricio el seléucida
sin saber que soy Yehudah el poeta, el último Macabeo,
el martillo que en su rostro trae la luz milagrosa de Janucá,
la llama eterna de la Menoráh.
Se han unido a Sirios-Griegos para derramar su cólera biliar
sobre mis sienes
¿se habrá olvidado esta piara que sus dientes no me aterran?
¿ni sus muecas dentelladas me pueden matar?
Porque en verdad, sus burlas enmascaran sus miedos,
carencia en sus vidas de un arte mayor.
Y derrotados les condeno en su descenso hacia la nada
¡Donde mi poesía imprima sus letras halito de vida,
sus verbos no se conjugarán!
Yehudah Abraham Dumetz
© Libro de prosa poética: “Voces desde mi exilio”
Comments